Buscar este blog

viernes, 14 de septiembre de 2018

Contigo - Joaquín Sabina

Yo no quiero un amor civilizado
Con recibos y escena del sofá
Yo no quiero que viajes al pasado
Y vuelvas del mercado con ganas de llorar

Yo no quiero vecinas con pucheros
Yo no quiero sembrar ni compartir
Yo quiero catorce de Febrero
Ni cumpleaños feliz

Yo no quiero cargar con tus maletas
Yo no quiero que elijas mi champú
Yo no quiero mudarme de planeta
Cortarme la coleta, brindar a tu salud

Yo no quiero domingo por la tarde
Yo no quiero columpio en el jardí­n
Lo que yo quiero corazón cobarde
Es que mueras por mí­

Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren

Yo no quiero juntar para mañana
Nunca supe llegar a fin de mes
Yo no quiero comerme una manzana
Dos veces por semana, sin ganas de comer

Yo no quiero calor de invernadero
Yo no quiero besar tu cicatriz
Yo no quiero Parí­s con aguacero
Ni Venecia sin ti

No me esperes a las doce en el juzgado
No me digas volvamos a empezar
Yo no quiero ni libre ni ocupado
Ni carne ni pecado ni orgullo ni piedad
Yo no quiero saber porqué lo hiciste
Lo que yo quiero muchacha de ojos tristes
Es que mueras por mí­

Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren

miércoles, 30 de mayo de 2018

El dolor de la Ausencia.

Desperté temprano, a pesar de que pude dormitar hasta las dos de la mañana, pensaba que en cualquier momento podrían regresar a casa, aunque sabía perfectamente que eso no sucedería...
A ti te amo ¡Pero mis niñas son mi vida!. Después de las 9:00 a.m. salí de casa, a caminar, sin desayunar, no tenía hambre y aunque la tuviera, en casa no había nada. Aunque estuvieran las cosas, no estaban ustedes, lo mas importante. Fui a la plaza comercial a comprar unas cosas, nada fuera de lo común: ropa interior, una gorra, jabón, peine. ¡Te llevaste todo!, ¡Pero lo material que importa, si te llevaste todo lo que llenaba mi alma! y ahora ¡Solo siento un gran vacío en el pecho que me ahoga, es indescriptible ¡Su supieras cuanto duele! Creo que ahora se lo que se siente cuando duele el alma.
Cuando regrese a casa volví a mi realidad, quisiera que fuera mentira, no puede llamarse hogar si tu familia te abandona. Pase el día escombrando lo que dejaste tirado en tu intempestiva huida y encontré ropa vieja de mis hijas, en cada una de ellas era encontre un recuerdo, cada recuerdo era una puñalada en el pecho... ¡Como se extraña tan pronto lo que amas...!
No pude hacer gran cosa en el día, no puedes hacer nada si tienes sobre tu ser mil toneladas de recuerdos. No te busqué, espere a que me llamaras, ¡Vana ilusión!, me bañé para enjugar mis lagrimas y salí a cenar, como quien sale a rastras del inframundo a buscar sobrevivir, pero no pude pasar un bocado.
Regresando me senté en el sillón y al fin me quede dormido, dormí una una eternidad y los recuerdos y la angustia me invadían. Desperté alterado y mire el reloj: solo fueron 15 minutos que quede dormido. No pude mas, te llame, no entro la llamada y nuevamente me angustié, pensaba lo peor. Confíe en Dios, que estuvieran bien y te deje un mensaje en facebook, en Watshapp y un SMS: "Solo mándame una prueba de que mis hijas están bien..." 
Después solo mire al vacío, para sentirlas cerca, no se cuanto tiempo estuve asi, pero lo que si se fueron variias semanas...